Un futuro que se pierde: El agua en la selva peruana

 

Por: Karen Zacarias Casas

La producción de un solo anillo matrimonial, representa unas 20 toneladas de residuos tóxicos que contaminan el manto freático y son vertidos a los mares, y convierten a regiones enteras en inhabitables. Lo que queda, cuando el negocio deja de ser rentable, es un paisaje lunar contaminado, en el que ni el suelo ni las aguas pueden ser aprovechados”.1

Aproximadamente el 28% de la producción de oro en el Perú es ilegal.

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Imagen1, Iniciativa global contra el crimen organizado transnacional (2016)

Para enfocarme en la minería ilegal y sus efectos sobre el agua del río amazonas que supone cerca de una quinta parte del agua dulce en estado líquido del planeta, me centraré en Madre de Dios, en representación, sin duda, de casi todo los 782.880,55 km² de nuestra selva peruana que atraviesa por esta situación.

Madre de Dios es una región de la Selva del Perú que limita con Brasil y Bolivia. En sus tierras alberga etnias nativas, fauna y flora únicas en su especie, y reservas naturales como El Manu y Tambopata. Pero, ese bien natural se está depredando y los daños son incalculables.

Actualmente, los ríos contienen concentraciones mayores de 0.31 gr de oro por m3 de grava aurífera en el bajo Madre de Dios. Es decir, una cantidad considerable de oro para ser explotada, aproximadamente desde 1977, por mineros que en su mayoría se ubican en la cuenta del río Huaypetue. Desde ese entonces hasta hoy la mayoría de su población se dedica a esta actividad minera informal e ilegal.

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Imagen2, Presidencia de Consejos de Ministros (2014)

Según el Ministerio del Ambiente (2011), el método de extracción se realiza de la siguiente forma:

“Las arenas y gravas son sacadas del lugar y transportadas a las instalaciones de lavado, en que el material al final pasa sobre una alfombra o lona de yute, debajo de la cual hay un plástico, donde se depositan las arenas finas con las partículas de oro. La arenilla aurífera, que es un concentrado, se recoge en recipientes (baldes y similares) y se aplica mercurio para la amalgamación. Se utilizan 2.8 kg de mercurio por un kg de oro obtenido. Este proceso de amalgamación se hace a orillas del río o en el campamento. La amalgama obtenida tiene una proporción de 60% de mercurio y 40% de oro, y se le da el nombre de perla o botón de amalgama. Esta perla o botón se somete a calor con un soplete, se volatiliza el mercurio y funde el oro, obteniéndose el oro rehogado. El 76% de los mineros realiza esta tarea en los campamentos y un 24% al aire libre.

El mercurio vaporizado permanece en estado gaseoso entre un 50% a 60% y se dispersa, y el restante vuelve inmediatamente al estado líquido y cae alrededor del área donde se hace el rehogado. El uso de campanas para la recuperación del mercurio es prácticamente inexistente. En las dragas, que operan sobre los ríos, se volatiliza, por lo general, el mercurio en la misma draga y este al final termina en las aguas del río.”3

La cantidad de mercurio utilizado para este proceso es elevada, a pesar de que el mercurio es un metal pesado tóxico, que una vez liberado de los depósitos naturales, entra en la cadena trófica de los organismos vivos y contamina notablemente a cada uno de ellos. Este elemento es el causante de los principales problemas que trae la extracción del oro.

Por otro lado, las dragas, destinadas a excavar limpiar y profundizar fondos de puertos y canales, también traen consigo problemas, puesto que ejerce gran impacto en los ecosistemas, uno de los mayor impacto es la contaminación del agua al remover grandes cantidades de sedimentos, también altera el lecho y las riberas de los ríos, provoca inundaciones y destruye el hábitat de muchos organismos acuáticos. “Por lo menos 18 mil hectáreas de bosques por la minería del oro en Madre de Dios han sido destruidas y cada año se destruyen unas 400 hectáreas más (en caso se ejecutaran todos los derechos mineros, se destruirán unas 400 mil hectáreas adicionales de bosques)” (MINAM, 2011, pp. 32).

La destrucción de ecosistemas y biodiversidad es irremplazable y esto también afectará a la población, porque a largo plazo no se tendrá los recursos naturales capaces de darle otro tipo de ingresos económicos.

¿TENEMOS SALIDAS?

Una opción menos nociva se presenta como, el así llamado “Oro Ecológico”:

Que, a diferencia del método tradicional de extracción, este recupera el suelo orgánico y solo se procesa con agua el 40% del volumen excavado (la grava aurífera) mientras el 60% restante se conserva seco, cubriendo el relleno y dejándolo casi intacto.

De acuerdo con las pruebas realizadas por el gobierno en 97 pueblos de Madre de Dios -en donde la extracción ha sido brutal- más del 40% de las personas habían absorbido este metal pesado. “Las siguientes generaciones pagarán por lo que estamos haciendo ahora”, dijo Manuel Pulgar Vidal, ministro de Ambiente de Perú.

Cualquiera sea la solución, no debemos obviar esta interrogante, ¿El beneficio obtenido alcanza para reponer lo perdido?

Referencias bibliográfica

  1. Helle Jeppesen / Rosa Muñoz Lima. (2011). Por cada anillo de oro se producen 20 toneladas de desechos tóxicos. 2017, de RPP NOTICIAS Sitio web: http://rpp.pe/lima/actualidad/por-cada-anillo-de-oro-se-producen-20-toneladas-de-desechos-toxicos-noticia-397561
  2. AURÍFERA EN MADRE DE DIOS Y CONTAMINACIÓN CON MERCURIO UNA BOMBA DE TIEMPO. En: Instituto de la Amazonia Peruana- IIAP Y el Ministerio del Ambiente. Recuperado de: http://cdam.minam.gob.pe/novedades/mineriamadrededios.pdf
  3. MINISTERIO DEL AMBIENTE. (2014). Diferencias entre minería ilegal e informal. 2014, de MINISTERIO DEL AMBIENTE Recuperado de: http://www.minam.gob.pe/mineriailegal/diferencias-entre-mineria-ilegal-e-informal/

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