- Minería provee de elementos estratégicos para la economía global
- Concluyen diez obras de electrificación rural y beneficia a más de 71 mil peruanos con acceso a energía
- UNMSM organiza Foro sobre los impactos de la minería informal e ilegal en el Perú: desafíos y soluciones
- El “PERÚ TIME” será la gran vitrina del país en el congreso internacional de minería y recursos, en Australia
- Schneider Electric alcanza 96 % de energía renovable en sus operaciones
Minería provee de elementos estratégicos para la economía global

Nuevos productos concentran la atención mundial, un contexto que América Latina puede aprovechar significativamente
Por Víctor Lozano Alfaro
El mundo pasa por una importante transición. Luego de siglos de consumo de fuentes energéticas convencionales, hoy las tendencias se orientan hacia el uso de energías más limpias, renovables y sostenibles, lo que, además, puede constituirse en una magnífica oportunidad de desarrollo para América Latina.
Y es que nuestra región es una de las más importantes productoras de los denominados minerales críticos, que son, precisamente, productos necesarios para generar energía renovable, producir tecnologías no contaminantes y facilitar la transición hacia un futuro más sostenible y con bajos niveles de carbono, señala artículo publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Estos productos se suman a las “tierras raras”, grupo de 17 elementos químicos que se han convertido en elementos estratégicos para la economía global, pues están en el centro de la transición energética y de la revolución tecnológica.
Concepto
De acuerdo con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), estos elementos incluyen a los 15 lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio), junto con el escandio y el itrio, que suelen encontrarse en los mismos yacimientos y comparten propiedades químicas.
“Estos metales poseen características únicas, como su capacidad para formar imanes potentes, resistir altas temperaturas y mejorar la eficiencia energética, lo que los hace necesarios para la fabricación de turbinas eólicas, vehículos eléctricos, baterías recargables, pantallas electrónicas y múltiples tecnologías estratégicas para la transición energética. No se han encontrado sustitutos de estos elementos en el sector, por lo que se estima que su demanda siga aumentando”, refiere el organismo multilateral.
Además de estas tierras raras, hay otros minerales que son indispensables para el acompañamiento de la transición energética, como el litio, cobre, aluminio, níquel, entre otros, por lo que se denominan en su conjunto “minerales críticos”.
Potencial regional
Según la CAF, América Latina y el Caribe cuentan con recursos minerales de gran relevancia para la transición energética y el desarrollo sostenible.
Así, Bolivia, Argentina y Chile destacan como los países más relevantes en litio (primero, segundo y cuarto lugar, respectivamente). En cobre, Chile y Perú son potencias (ocupando el primer y tercer lugar, respectivamente). Brasil concentra una gran proporción de níquel y de tierras raras (tercer lugar en ambos); además de tener reservas de cobre; mientras que Cuba ocupa el tercer lugar mundial en cobalto.
“El desafío de la región consiste en que estos recursos no se conviertan únicamente en materias primas extractivas de exportación, sino en palancas de transformación productiva y reindustrialización verde”, enfatiza la institución.
Proceso
No obstante, para que la región convierta esta oportunidad histórica en desarrollo real, debe dar un salto de un modelo puramente extractivo hacia uno industrial, tecnológico y sostenible.
Según la CAF, esto implica construir capacidades propias en toda la cadena de valor y apostar por una visión de largo plazo en tres aspectos:
– Industria de baterías y electromovilidad. Promover polos industriales que trasciendan la extracción, orientados a la producción de celdas, cátodos e inclusive vehículos eléctricos.
– Economía circular. Consolidar sistemas de reciclaje de baterías y de recuperación de minerales estratégicos a partir de residuos electrónicos, cerrando el ciclo y alineando la industria con los principios de sostenibilidad.
– Procesamiento local. Impulsar la instalación de plantas de separación y refinación de minerales y tierras raras, reduciendo la dependencia de proveedores externos y generando mayor valor agregado.
Fuente: Andina