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Subestaciones virtuales llegan para modernizar la red eléctrica en Sudamérica
Esta evolución permitirá mayor flexibilidad, resiliencia y eficiencia operativa en los sistemas eléctricos de la mano de nuevas tecnologías.
La transformación digital del sector energético avanza con fuerza en América Latina, y Chile se consolida como uno de los países que lidera este proceso. En este escenario, las subestaciones virtuales emergen como una evolución de las subestaciones digitales, abriendo paso a una nueva forma de operar, automatizar y proteger las infraestructuras eléctricas con mayores niveles de eficiencia, sostenibilidad y resiliencia.
Durante décadas, las subestaciones convencionales han operado con cableado de cobre y conexiones físicas para transmitir señales entre equipos. Aunque este modelo aún predomina en la región, la creciente necesidad de eficiencia y sostenibilidad ha impulsado la transición hacia subestaciones digitales. Estas utilizan redes digitales para recopilar y transmitir datos en tiempo real, lo que no solo reduce significativamente la infraestructura física y el uso de materiales, sino que también optimiza el consumo energético, disminuye las emisiones asociadas a la operación y mejora la capacidad de respuesta ante contingencias.
El siguiente paso en esta evolución son las subestaciones virtuales, que permiten gestionar de forma centralizada múltiples activos mediante software y plataformas en la nube, eliminando aún más la dependencia de equipos físicos, facilitando la integración de energías renovables y reforzando la resiliencia de la red con un menor impacto ambiental.
Este cambio estructural no es menor. De acuerdo con el informe Digital Substations Market de Future Market Insights (2025), se proyecta que el mercado de subestaciones digitales crecerá desde los USD 8.300 millones en 2025 hasta alcanzar los USD 17.100 millones en 2035, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,4 %. Este avance está impulsado por la modernización de redes, el auge de las energías renovables y la creciente necesidad de fortalecer la seguridad operativa de infraestructuras críticas.
Una nueva arquitectura más eficiente y segura
Las subestaciones virtuales marcan un nuevo hito en la automatización de subestaciones. A diferencia de las digitales, este modelo incorpora tecnología de virtualización para ejecutar funciones esenciales como la protección, el control y la supervisión del sistema eléctrico. Su implementación permite reducir costos de puesta en marcha, operativas y de mantenimiento, además de ofrecer mayor escalabilidad, flexibilidad e integración en un sistema energético cada vez más descentralizado.
Entre sus ventajas destacan: menor consumo energético, hardware reducidos, espacios más compactos, mayor agilidad en las actualizaciones y una mejor protección frente a ciberataques. En un país como Chile, que avanza en la descarbonización de su matriz energética y la integración de fuentes renovables, estas soluciones resultan clave para una gestión moderna y resiliente.
Actualmente existen tecnologías disponibles para implementar esta arquitectura avanzada. Schneider Electric, por ejemplo, cuenta con soluciones como PowerLogic P7 y T500, diseñadas para cubrir desde aplicaciones básicas hasta entornos críticos que requieren altos estándares de disponibilidad y seguridad energética.
“Las subestaciones virtuales son una realidad tecnológica que ya puede implementarse. Están preparadas para adaptarse a los cambios del sistema energético y brindar mayor eficiencia, resiliencia y seguridad a las operaciones eléctricas”, puntualiza Thiago Tortorelli, Power Automation Offer Manager en Schneider Electric.
Un elemento clave en esta transición es la norma internacional IEC 61850 -en la que también trabajaron ejecutivos de la multinacional- que permite integrar funciones de protección, control y supervisión en subestaciones modernas, combinando la robustez de Ethernet con el rendimiento y la seguridad que requieren estas infraestructuras.
Para que esta tecnología se masifique en América Latina, el ejecutivo afirma que “es fundamental avanzar en pruebas piloto, fortalecer la normativa vigente, contar con servidores robustos y formar a los actores del ecosistema —proveedores, integradores y operadores— con un enfoque especial en ciberseguridad. Sólo así será posible consolidar subestaciones más inteligentes, seguras y preparadas para los desafíos del futuro energético”.
