Demanda eléctrica de mineras y grandes industrias crece, ¿qué pasa con los residenciales?

En tanto, el costo de producción de esa energía cayó a su nivel más bajo en abril, y según expertos, debería traducirse en menores precios para clientes eléctricos no regulados

El consumo de electricidad es uno de los indicadores de la evolución del consumo privado y de la marcha de la economía en general. Según sectores especializados, hasta el momento se observa una recuperación de la producción de esa energía (que va a la par de la demanda), sobre todo por la parte industrial.

De acuerdo con la información del Comité de Operación Económica del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (COES), la producción eléctrica acumulada (desde enero 2024) hasta este 17 de mayo creció en 2.51% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Solo en abril de 2024, esa producción había sido de 4,940 gigavatios por hora (GWh), lo que representó un crecimiento de 2.31% frente a igual mes del 2023, aunque en marzo había caído en 0.8% versus el tercer mes del año pasado.

¿Qué explicó la caída en la producción?

Diego Díaz, socio de Macroconsult, indicó a Gestión que la caída producción eléctrica en marzo estuvo explicada por un lado por los menores días laborados por Semana Santa, pero también hubo una debilidad en el consumo.

Particularmente, detalló el experto, se debilitó el consumo en los segmentos residencial, comercios, y en toda la demanda urbana en general.

Sin embargo, indicó que esa debilidad no se ha registrado en el consumo eléctrico del sector minero y de las grandes industrias, que más bien ha estado creciendo continuamente, y en lo que va de mayo va aumentando en forma robusta.

Demanda industrial crece, pero no la doméstica

Mencionó que la demanda eléctrica para los grandes usuarios (mineras y grandes industrias) en el periodo de enero a marzo creció 8.2% pero la demanda urbana en el mismo periodo tuvo un crecimiento menor (por las razones antes mencionadas) del 1.8%.

Siguiendo esa misma tendencia, Díaz coincidió en que (como indica el COES) en general en abril (incluyendo demanda doméstica y de la gran industria) la producción de electricidad se incrementó (en 2.31%), y en lo que va de mayo, ha aumentado en 2%.

Con ese resultado, resumió que en lo que va del segundo trimestre (hasta mayo) para grandes usuarios el consumo eléctrico creció en 6.3%, aunque la demanda urbana aumentó apenas 0.5%.

Este último menor crecimiento, concluyó el especialista en electricidad, es lo que está “jalando hacia abajo” el desempeño general de la producción y demanda de ese tipo de energía de enero a la fecha.

¿Qué se espera para el resto del año?

El socio de Macroconsult indicó que es difícil proyectar cómo irá la producción en lo que resta del año, pues con el ingreso de un invierno frio en este periodo, la demanda eléctrica urbana, que comprende a consumidores pequeños y medianos, está retrocediendo en la intensidad de su demanda energética respecto al pasado verano.

“Es un poco difícil proyectar, puede ser que el frío haga que este consumo energético alto que hemos tenido en la parte de hogares y comercios en los años anteriores, se ajuste a la baja. Eso podría restarle algunos puntos al crecimiento de la demanda eléctrica”, aseveró.

Baja el costo de producción energética

La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (Snmpe), informó que, en abril último, el costo marginal promedio mensual de la producción eléctrica en el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN) se ubicó en US$24.7 por megavatio hora (Mwh), lo que significa una reducción de 41% respecto al mismo mes del 2023.

De esa forma, además, el costo de producir la electricidad en el cuarto mes del 2024 está cayendo a su nivel más bajo del año, y bastante lejos de los precios cercanos a US$200 por Mwh que trajera la sequía (y caída de producción hidroeléctrica) del 2023.

Clientes libres pagaron más de US$2,000 millones

Para el exviceministro de Energía, Pedro Gamio, el primer efecto de esta caída en los citados costos, debe ser una reducción en los precios que pagan los clientes libres del mercado eléctrico (cuyos contratos permiten trasladar esa rebaja).

Sin embargo, indicó que esto último sería una recuperación aún ligera, respecto a los altos costos que asumieron esos clientes libres el 2023, por el mayor uso de térmicas a gas, y a diésel, que les pasó la factura, lo que no ocurrió con clientes regulados.

Gamio indicó que en el 2023, los clientes libres debieron de pagar más de US$2,000 millones en sobrecostos por la generación con diésel, que resulta más cara.

Fuente: Gestión

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