Demanda eléctrica en el Perú

La demanda es una de esas variables de índole transversal sustancial para tomar decisiones en pro de las solicitudes de energía, a cargo de los usuarios regulados y libres. Es muy importante su correcta estimación en el corto y largo plazo.

Asimismo, la estimación de la variable demanda conjuntamente con otras, como la oferta eléctrica, la disponibilidad de las instalaciones prestas en la cadena de valor de la industria eléctrica (desde la generación hasta la distribución, por ahora, hasta que nos sumemos a las tendencias mundiales de la generación distribuida), las condiciones hidrológicas, los costos operativos, y también la topología de la red, constituyen el insumo para lograr una óptima utilización de los recursos a cargo de los operadores del sistema, en nuestro caso del Comité de Operación Económica del Sistema (COES).

En el largo plazo, supongamos que las perspectivas de la economía mundial apuntan a un crecimiento de China y de los países emergentes, y que las variables macroeconómicas son muy sólidas, con un PBI en constante crecimiento, entonces se espera un crecimiento de la demanda acorde a estas tendencias; todo ello definirá las inversiones necesarias para el sector, éstas tendrían que ser eficientes, por ejemplo, su Factor de Uso será el más óptimo, el caso contrario conlleva a inversiones ineficientes que encarecen el aparato productivo (ergo, se debe dimensionar el parque generador y transmisor en función a estos factores). Definitivamente, para lograr un crecimiento en el Largo Plazo se requiere reactivar la Demanda intensiva de las cargas mineras.

Con relación al largo plazo, tanto el Organismo Regulador Osinergmin para sus fijaciones tarifarias, así como el COES para la elaboración de sus planes de transmisión, realizan proyecciones con ciertas metodologías, pero en el Perú no existe aún una entidad que brinde estas proyecciones tomando en consideración todos los aspectos relacionados a una planificación o planeamiento. Por ello, ha sido grato habernos enterado que la Universidad Nacional de Ingeniería, la más representativa casa de estudios de ingeniería peruana, haya desarrollado el coloquio “El planeamiento energético en el Perú – Situación y Perspectivas” con destacados profesionales de la energía, y que la conclusión más importante sea la creación de un Organismo de Planeamiento e Información Energética – OPIE. Esta noticia también ha sido muy esperada en los profesionales de la ingeniería que ven muy necesario el pronunciamiento de la Academia, por ello mis sinceras felicitaciones. Desde el 2012 se constituyeron grupos de alto nivel para coordinar acciones en torno a superar esta carencia en el Perú, y continuó hasta estos días con el desarrollo de un ejercicio a partir de modelos y escenarios, con la referencia de crear una oficina para este propósito; son pasos discretos, pero pasos al fin, porque la palabra planificación ahora puede ser debatida sin considerarla un “tabú” entre muchos profesionales que siempre tratamos de sustentar que las fuerzas del mercado no solucionaban todo. Esta herramienta es necesaria para la toma de decisiones, sobre todo en un país con muchas fuentes primarias energéticas. En este sentido, queda trabajar una Visión País, y solventar las bases para una Política de Estado de largo plazo.

Ahora supongamos que, en el corto plazo, el COES ordene arrancar una unidad térmica, con las implicancias técnicas que conlleva, y en el día sucede una desviación de Demanda con relación a lo previsto, debido a que hubo mayor brillo solar, mayores caudales de agua o de viento, entre otros; la consecuencia, podría derivarse en un mayor costo operativo.

Para las proyecciones de corto plazo, el COES como responsable de la planificación de este horizonte temporal, ha desarrollado metodologías determinísticas, pero considerando que las condiciones climatológicas generarán muchas incertidumbres en el futuro, será conveniente agregarle contenido estocástico.

Haciendo un seguimiento periódico a la variable demanda, observamos que al cerrar el 2018 ha sido interesante observar que, a partir de octubre del mismo año, se vislumbró un considerable crecimiento de la demanda (mayor del 5% tanto en MW como en MWh); las ampliaciones de las cargas mineras Shougang, Southern y otras menores, fueron las que dieron el impulso, así como la mayor demanda de manufactura y comercial por festividades de fin de año. Así mismo, cabe conjeturar adicionalmente, el impacto en la demanda vegetativa de la cantidad de migrantes venezolanos (estimados en cerca de un millón), los colegas de la actividad de distribución habrán podido observar ello en sus tasas de demanda.

Podemos observar adicionalmente que, en los últimos 10 años, cada 3 ó 4 superamos los 1000 MW en promedio en el SEIN (a pesar de los temas mediáticos); entiéndase aprox. 250 MW de crecimiento por año. Es importante continuar refiriéndonos a la gestión de la demanda, para efectos de poder visualizar en las proyecciones, principalmente un mayor uso de fuentes primarias como la solar en la cobertura de la media demanda; es decir, mientras más demanda se distribuya en estas horas mayor contribución se obtendrá de los parques solares en el costo operativo.

 

 

 

 

 

 

Continuando con el seguimiento periódico, a febrero de 2019 se vio reflejado un crecimiento acumulado de energía de 5%, la demanda de los Grandes Usuarios (aquellos que superan los 30 MW en el SEIN), en esta oportunidad, no fue el motor de este crecimiento. Tal parece que las condiciones climáticas fue el factor de un mayor consumo a nivel residencial y comercial principalmente, el incremento de casi 2.5 °C (respecto al 2018), tanto, en promedio como en máximas temperaturas (estación San Juan de Lurigancho, Lima , nos muestra un impacto que puede alcanzar un incremento mayor a 500 MW. Se observa en el arreglo en por unidad de los diagramas de carga que, durante el verano (por ahora) las mayores potencias se registran entre las 10am y 10pm (12 horas). Estas proyecciones son importantes cuando se analizan las herramientas o regulaciones pro confiabilidad (una de ellas, la Potencia Firme).

Por otro lado, refiriéndonos a la actividad de mayor uso intensivo de la energía, la minería, es notorio que el auge de producción se produjo durante el 2014 y 2015.

Ahora esperamos los resultados del auge de inversión que se viene gestando, aspecto que se manifestará optimistamente en el 2021, dependiendo de los avances de los proyectos, así como de la tendencia de los precios de los metales. Los proyectos como la Ampliación de Toromocho, Mina Justa, Pampa de Pongo, Quellaveco, entre otros, harán sentir sus efectos de auge de inversión de manera gradual entre el 2019 y el 2021.

Actualmente, a junio de 2019, se mantiene el crecimiento acumulado de energía en 5%, en el último mes se ha registrado un discreto incremento de la demanda de los grandes Usuarios Libres, principalmente en la carga minera; como faltan datos para inferir el comportamiento de la demanda residencial y comercial, por diferencia podemos anotar que ésta disminuyó en la misma proporción, y podría deberse, al cambio de estación considerando una menor temperatura.

Si el crecimiento de cargas importantes es de característica discreta y muy sensible al termómetro de los factores económicos y políticos, la demanda vegetativa está expuesta también a condiciones técnicas, en estos tiempos con bastantes incertidumbres, como los que aporta el cambio climático. Recuerdo que en algún momento se creyó conveniente investigar acerca de proyecciones de demanda correlacionadas con la temperatura, como proyecto tiene que ver con la planificación de corto plazo, este debe ser impulsado nuevamente por el COES.

Siendo reflexivos con relación al 2023, con Costos Marginales que podrían incrementarse, pensando además en la fase de explotación de los proyectos mineros que se encuentran en desarrollo o en construcción, demos una mirada al parecer de las intenciones de Brasil con relación a sus perspectivas de demanda resumidas en la siguiente apreciación, …“la creciente necesidad de una oferta interna de Energía Eléctrica para responder la demanda en aumento, así como de la necesidad del uso de fuentes inagotables y de menor impacto al medioambiente, la sociedad busca soluciones ambientalmente correctas. Este esfuerzo se viene realizando por parte de acciones gubernamentales –apoyados en la legislación y en investigaciones y desarrollo–, así como de iniciativas privadas en la búsqueda de una mayor economía de recursos, mayor competitividad, responsabilidad social y longevidad de sus emprendimientos”. Como se puede apreciar, se involucra en esta breve referencia la importancia de dirigir nuestra matriz a fuentes inagotables (energías renovables), que soporten el crecimiento en armonía con el medio ambiente, donde esté involucrado el Estado con políticas pertinentes y sostenibles; así como las iniciativas privadas con agentes, conscientes de lograr el mejor aprovechamiento de los recursos naturales, los que a su vez inherentemente les generaría ingresos económicos redituables, teniendo en cuenta que los emplazamientos de éxito logran en estos tiempos demostrar la valía de los buenos estudios aplicables, porque consiguen que las instalaciones gocen de una muy prolongada vida útil, llegando incluso hasta la centuria en el caso de los proyectos hídricos, por ejemplo.

Como reflexiones finales, es interesante auscultar el comportamiento de las cargas por su origen. Las siderúrgicas y la industria química, salvo la presencia de nuevos actores o algún factor operativo tienen estables volúmenes de producción; la del cemento ha sido más volátil, pero ha mantenido su producción en promedio en los últimos 4 años.

Asimismo, como nos venimos refiriendo a conceptos de demanda, se debe incorporar ahora lo que se entiende por “gestión de la demanda”. Dícese de ella, al conjunto de acciones cuya finalidad es influir sobre el uso que los consumidores hacen de la electricidad, para producir los cambios deseados relativos al ahorro y al momento de su consumo, en el ámbito individual y en la curva de demanda agregada. La “gestión de la demanda” impactará en las tasas de crecimiento, y seguramente en los Costos

Marginales (CMg), entiéndase por ésta al conjunto de acciones cuya finalidad es influir sobre el uso que los consumidores hacen de la electricidad, para producir los cambios deseados relativos al ahorro y al momento de su consumo, en el ámbito individual y en la curva de demanda agregada.

El profesor José Ignacio Pérez Arriaga refiere además en sus libros, (1) las acciones para facilitar la respuesta de la demanda a los precios de la electricidad e incorporar progresivamente en ellos el coste de las externalidades, y (2) las acciones de promoción del ahorro y la eficiencia energética en el consumo eléctrico. La gestión de la demanda impactará en las tasas de crecimiento, y seguramente en los CMg.

También debemos entender, que el cambio climático viene trayendo consigo circunstancias no apreciadas hasta ahora, ello debe orientar el camino de una acertada visión de largo plazo; las incertidumbres que generan hacen necesario ahondar conceptos de toda índole.

En consecuencia, la academia debe estar comprometida en participar con tratados, tesis, u otros, para disminuir brechas de análisis que permitan, formar profesionales que luego tomarán decisiones.

Autor: MG. ROBERTO CARLOS
TAMAYO PEREYRA
Ex Director General de Electricidad del MINEM
Jefe de Supervisión de Generación COES
OSINERGMIN
Docente Universitario

Facebook Comments