Lubricantes

 

En nuestro país la mayoría de las operaciones mineras se desarrollan en altura, esto trae como consecuencia la falta de oxígeno, que hace que la combustión sea menos eficiente y genere mayor cantidad de hollín. El mayor contenido de hollín puede conducir a un incremento de la viscosidad (perjudicando la lubricación), generar desgaste abrasivo y saturar los filtros prematuramente.

Ricardo Pérez Landázuri, subgerente de Ventas Industriales de Isopetrol, comenta que estas condiciones requieren que los lubricantes deban estar formulados con aceites básicos de muy alta refinación y pureza, y la más reciente tecnología en aditivos dispersantes, detergentes, antioxidantes, antidesgastes, inhibidores de corrosión, mejoradores de viscosidad y aditivos antiespumantes.

“Esto permitirá al lubricante tener, un mejor comportamiento a bajas y altas temperaturas, mejor control del hollín, mayor resistencia a la oxidación, óptima limpieza del motor, excelente lubricación de todos los componentes y mínimo desgaste permitiendo maximizar la vida útil del motor”, explica el especialista.

Mientras tanto, Luis Vega, desarrollador de Negocios para Minería y B2B de TOTAL, respecto cómo reducir el mantenimiento con el uso de lubricantes, manifiesta que “la clave es la selección del lubricante más idóneo, su aplicación y gestión, que implica trabajar regularmente con un proveedor como lo es Total para auditar, revisar y mejorar las operaciones”.

Añade que “si bien es cierto que los usuarios reconocen el ahorro de energía de los lubricantes, a menudo subestiman el impacto potencial de un buen programa de selección y manejo de lubricantes en sus costos operacionales”.

Por ello, “corregir este enfoque es vital en un entorno comercial tan competitivo como el actual. Por ejemplo, que el costo directo del lubricante conforma únicamente alrededor del 1% a 3% del costo total de operación de un equipo móvil involucrado en la etapa primara de extracción de mineral”, explica Luis Vega.

Por su parte, Augusto Fernándes, experto en Aplicación de Productos para Minería Responsable de Shell comenta que “la gran diferencia que nosotros tenemos es la tecnología GTL (Gas To Liquids. Esta es una tecnología que convierte el gas en productos líquidos muy limpios, muy estables. “Podemos producir lubricantes de altísima calidad y también combustibles muy limpios y eficientes”.

Experto añade que “con esta base, podemos generar lubricantes muy avanzados que generan ahorro de combustibles, puede durar mucho más tiempo y también permite la durabilidad de los equipos. Esta base puede ser utilizada en aceite para motores, transmisiones, grasas, aceites hidráulicos, entre otros”.

SOLUCIONES

Simone Ferreira, gerente de Tecnología para Lubricantes para Latinoamérica, de Shell, complementó lo dicho por Augusto Fernándes. Dijo que “para nosotros esto es un gran liderazgo tecnológico, es un punto de innovación, porque hace muchos años que se trabaja con la refinación del crudo convencional y lo que hizo Shell fue romper la barrera de lo tradicional de la refinación”.

Después de 40 años de investigación, “logramos tener del gas un producto especialmente diseñado para tener propiedades especiales. Entonces, somos el único productor en escala comercial de esta tecnología GTL”.

El gas es limpiado, luego lo sintetizan y obtienen un producto líquido de alta calidad denominado GTL (Gas To Liquids). Este producto produce combustible, kerosene de aviación, el aceite básico para lubricantes.

“No es el proceso normal del crudo del petróleo, se hace a partir de moléculas livianas y limpias, es diseñado para ser distinta, para ser mejor, con alta estabilidad, abordando la parte térmica, sabiendo cuánto de oxidación y cuánto de evaporación posee”, refiere.

Por eso, precisa Simone Ferreira, con este producto se puede tener intervalos de cambios mayores, hacer los productos más delgados, que son especiales, y que toda la industria está caminando para aceites lubricantes más delgados que generan ahorros de combustibles. Este aceite está en toda la familia de lubricantes de Shell.

A su turno, Luis Vega, de TOTAL, refiere que Total Lubricantes invierte constantemente en I&D (Investigación y desarrollo) para elaborar nuevos productos que mejoren el desempeño de los equipos de minería y extiendan su vida útil.

La tecnología Fuel Economy está diseñada para proteger los motores de los equipos industriales, mejorar su operación, incrementar su desempeño y favorecer una significativa mejora en la economía de combustible.

“Total tiene el compromiso de proveer combustibles y lubricantes bajo los exigentes estándares de servicio requeridos por los fabricantes de equipos (aditivos, control de limpieza). Estos lubricantes contienen bajos niveles de cenizas sulfatadas, fósforo y azufre. Esta tecnología optimiza la operación de los sistemas anti-polución equipados en la mayoría de motorizaciones recientes”, destaca Vega.

En tanto, Sergio Jiménez, gerente Comercial de Remsac, destaca el FuchsLubritech, el cual cuenta con un software propio de análisis y de resultados, que consiste en brindar información del estado de los lubricantes, agua, impurezas, etc.

Considera que los lubricantes sintéticos siguen evolucionando cada día y la tendencia es incorporar lubricantes sólidos blancos, para alargar el desempeño y protección de las piezas.

“Contamos con un producto único en el mundo CEPLATTYN GT que se comporta de manera tixotrópica, logrando comportarse como un fluido en condiciones de movimiento y como una grasa cuando se encuentra detenido”, detalla Jiménez.

En este contexto, el especialista de Remsac menciona que un buen lubricante puede lograr reducir enormemente los costos de mantenimiento “logrando menos horas/hombre de trabajo, menos paradas por mantenimiento, menos cambio de piezas, menos paradas de planta, menos energía, menos consumo de lubricante y menos desechos de lubricantes”.

Otra de las soluciones que tenemos en nuestro país, es la que presenta IsopetrolLubricants del Perú, que cuenta con un software para el Monitoreo de Aceites en Servicio. Este software está diseñado para la gestión de los Reportes de Análisis de aceites lubricantes en servicio permitiendo visualizar tendencias en las secciones lubricadas de los equipos. Es un software amigable y fácil de usar.

Ricardo Pérez Landázuri, subgerente de Ventas Industriales de Isopetrol, comenta que algunas de las ventajas de este software es que permite determinar límites estadísticos, para los resultados de su operación.

“Este excepcional valor agregado del software, permite identificar anormalidades en las tendencias, que pese a estar en límites de OEMs, difieren de su propio comportamiento, permitiendo tomar acciones preventivas”, subraya.

LUBLAB 2.0 es el único software que tiene un Reporte Dinámico que permite graficar los ensayos en un rango de fechas determinado. No hay límite para el número de datos a graficar. “Otro valor agregado del software, es que dispone de un reporte de tendencias que permite graficar combinando ensayos y ver el impacto que puede causar un ensayo en los otros”, precisa Pérez Landázuri.

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ECONOMÍA DE COMBUSTIBLE

El enfoque del lubricante es dar más desempeño, una vida larga a los equipos, para así emplear menos lubricantes y así generar el menor impacto ambiental. Simone Ferreira, gerente de Tecnología para Lubricantes para Latinoamérica de Shell dice que para ello, debemos “tener lubricantes más delgados”.

Se gasta energía, por ejemplo, en el motor con la fricción interna. “Si el aceite es más delgado, permitirá que esta fricción sea menor y todo el sistema sea más eficiente. De ese modo, lograremos tener economía de combustible”.

El futuro de los lubricantes, para Ferreira, apunta a que cada día el lubricante tendrá que enfrentar nuevos retos. “Estamos caminando a futuro para tener aceites más delgados, por lograr el tema de economía de combustible”, sostiene.

Indica que hoy todas las compañías que se dedican a lubricantes deben trabajar en el ahorro de combustibles, para que el lubricante contribuya para menores emisiones, para que el sistema sea más eficiente, trabajar de la mano con las áreas ambientales. “El lubricante no puede quedarse parado mientras el mundo avanza”, enfatiza la especialista de Shell.

Augusto Fernándes, experto en Aplicación de Productos para Minería Responsable, también de Shell, refiere que en los próximos años se priorizará en controlar las emisiones, lograr la eficiencia energética, lo que generará equipos con demandas más grandes, con la densidad de potencia más alta. “Necesitamos trabajar en lubricantes que permitan el ahorro de combustibles, pero tenemos que soportar más carga, más temperatura, más contaminación, y hacer durar más al equipo”.

DESAFÍOS

Consultada sobre los desafíos que enfrentarán los lubricantes, Simone Ferreira manifiesta que hay muchos aspectos a considerar, porque la ingeniería tiene un papel importante.

“Tenemos el desafío de eficiencia, tener equipos compactos, con mucha potencia, que trabaje por muchas horas, con mucha productividad, esto también causa un estrés considerable al lubricante”, comenta.

En Shell nos dedicamos a lo que llamamos coingeniería, “trabajamos con el cliente, no solo en darles un aceite, sino diseñar el aceite conjuntamente con el proyecto de ingeniería, en su sistema completo de lubricación. El reto del lubricante siempre va a ser grande, cada día mayores exigencias”, advierte Simone Ferreira.

Al mismo tiempo, está el tema de emisiones ambientales, “porque el lubricante puede generar algunos elementos que no pueden ser compatibles con los sistemas de tratamientos de emisiones, hay una cadena de cosas que solo los aceites de alto desempeño pueden cumplir”.

Por otro lado, Ricardo Pérez Landázuri, de Isopetrol, indica que los nuevos estándares de la industria requieren lubricantes que permitan reducir las emisiones, aumentar la eficiencia del combustible, preservar la vida útil del motor mejorando en el aceite su resistencia a la oxidación, la estabilidad al corte y el control de aireación.

“Por ello, se han establecido dos nuevas Categorías de Servicio para los aceites de motores diésel, una compatible con motores antiguos denominada API CK-4 y otra para ser utilizada con los motores más modernos denominada API FA-4”, detalla.

Dice que estas nuevas categorías fueron desarrolladas durante años de trabajo conjunto entre los fabricantes de aceite, aditivos y los fabricantes de motores. Esta nueva tecnología de lubricantes debe cumplir con los nuevos estándares de protección ambiental aumentando la protección del motor.

Estas nuevas especificaciones vigentes desde diciembre 2016, fueron impulsadas por Administración Federal para la Seguridad del Tráfico en Carretera (NHTSA), el Instituto Americano del Petróleo (API) y la Agencia para la Protección al Medio Ambiente (EPA).

Chevron dispone, dentro de su reconocida familia de lubricantes Chevron Delo 400 de una amplia gama de lubricantes que exceden los requisitos de las categorías API CK-4 y FA-4. “Estos lubricantes, fabricados con la tecnología ISOSYN Advanced son aceites de calidad superpremium que superan los requisitos de la industria y de los fabricantes de motores”, resalta experto de Isopetrol.

Luis Vega, desarrollador de Negocios para Minería y B2B de TOTAL, considera que la tendencia tecnológica está dirigida en el cuidado ambiental, y a su vez, el buen rendimiento y la apta optimización del lubricante.

“Los temas ecológicos relacionados con el calentamiento global, y de forma más general los esfuerzos por el control de la polución han causado una revolución sin precedentes en la industria. El control de los gases del escape se ha convertido en un elemento esencial para cumplir los cambios regulatorios diseñados para salvaguardar el medio ambiente”, prevé el especialista de Total.

Al respecto, comenta que Total usa las nuevas tecnologías de alta calidad como Fuel Economy y Low Saps con el compromiso enfocado particularmente en la seguridad del producto y las operaciones relacionadas a fin de limitar su impacto ambiental, teniendo presente los siguientes aspectos.

La seguridad en los procesos y del transporte del producto, la prevención y control de los riesgos de accidentes, el control de emisiones contaminantes al aire y el agua, la reducción de los riesgos de polución accidental, el monitoreo del impacto de los productos en el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida y la protección de la biodiversidad por medio del desarrollo de productos biodegradables.

Finalmente, Augusto Fernándes, experto en Aplicación de Productos para Minería Responsable de Shell, comenta que un reto específico que hay para lubricantes en la industria minera es enfrentar la contaminación.

“En minería, trabajamos con nuestros clientes para brindar soluciones con el fin de controlar la contaminación. Porque si tengo el mejor lubricante del mundo, pero está contaminado no habrá un buen performance”, explica.

“Esto es clave, porque si no controlas este aspecto, tendrás que cambiar el lubricante en plazos más cortos, tendrás más fugas. Por eso, es muy importante trabajar con la tecnología”, puntualiza el especialista de Shell.


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